Romain Dumas se prepara para Pikes Peak

Se necesitan verdaderas agallas para triunfar en el ‘Pikes Peak International Hill Climb’: La legendaria escalada inicia a una altura de 2,862 metros sobre el nivel del mar, sin mencionar que la línea final que los pilotos deben cruzar se erige a a una altura de 4,302 metros, prácticamente al mismo nivel que las cimas más altas en los Alpes. El aire se vuelve más ligero y respirar se hace más laborioso con cada metro superado. 156 vueltas esperan sobre los 19.99 kilómetros de la ruta que se encuentra en un terreno implacable. “No te puedes permitir ni un solo error desde el primer hasta el último metro. Tienes que estar en óptimas condiciones.”, comenta Romain Dumas quien intentará romper el récord para vehículos eléctricos el 24 de junio de 2018 sobre el Volkswagen I.D. R Pikes Peak.

El francés no tiene mucho tiempo para dedicarle a sus preparaciones para el “Pikes Peak International Hill Climb”: “El fin de semana previo conduciré en las 24 Horas de la carreras de Le Mans para Porsche”. Por lo tanto no hay tiempo para aclimatarse lentamente al aire ligero, que a una altura de 3,000 metros contiene alrededor de 30 por ciento menos oxígeno que a nivel del suelo.

Aire fresco enlatado

Cámaras de presión especiales se utilizan en deportes profesionales como forma de preparación para dichas condiciones, con los pilotos durmiendo o incluso haciendo ejercicios en la cámara durante las semanas previas a la competencia. “Hice esto antes en la carrera Dakar, donde alturas apenas debajo de los 5,000 metros se alcanzan en los Andes”, dice Romain Dumas mientras comparte historias de su preparación de vida como todólogo del deporte motor. Sin embargo, ese equipo de alta tecnología no es una característica de sus preparaciones para la carrera de Pikes Peak: “Me gusta trotar cerca de mi casa en el Lago Lemán a una altitud entre los 1,500 y los 2,000 metros, eso tiene que ser suficiente”.

Romain Dumas combate con aire fresco enlatado el aire ligero durante la carrera. “En la cabina mantengo, bebidas durante la carrera Le Mans y oxígeno en Pikes Peak.”, reveló. Se utiliza en la parte final, si es que se pasa mucho tiempo esperando en la cima. Ésta también es una característica única de ‘Pikes Peak International Hill Climb’. Porque sólo hay un camino, el circuito que lleva al punto final, todos los conductores deben esperar hasta que la carrera ha terminado para poder regresar al paddock de los pilotos. Así que dependiendo de la posición de inicio, esto puede traducirse en varias horas esperando a una altura de 4,302 metros. “Tengo suerte, no tengo dificultad lidiando con esto físicamente.”, dice Romain Dumas. “Pero el aburrimiento si llega. Afortunadamente encontré un punto que tiene señal para celular. Eso ayuda a matar el tiempo”.

Trabajo duro de la meta a la línea de salida

El ‘Pikes Peak International Hill Climb’ se extiende por 20 kilómetros, una distancia larga para una subida, y tiene un tiempo de manejo entre 8 y 9 minutos. Romain Dumas está acostumbrado a requerimientos completamente diferentes en campeonatos mundiales de distancias largas. Ocasionalmente se encuentra detrás del volante por más de tres horas en la carrera de 24 Horas de Le Mans. Aún así él se refiere a la carrera que se realiza en Colorado, E.E. U.U. como demandante físicamente. “Hay caminos rectos que se extienden sin final en Le Mans, así que puedes relajarte un poco. En Pikes Peak por otro lado el trabajo es duro de inicio a fin.”, explica el francés.

Como Romain Dumas compite en una carrera casi cada quince días, está en una excelente forma. El piloto de 40 años frecuentemente se ejercita en un centro profesional de entrenamiento que está cerca de su casa en el Lago Lemán, donde el equipo nacional de Francia en biatlón también entrena.

Estar en buena condición física le da la seguridad necesaria de que puede salir relativamente ileso incluso de accidentes menores, como puede pasar típicamente en el mundo del deporte motor. Como por ejemplo, la vez que derrapó a alta velocidad en un charco de aceite durante el recorrido de la carrera de 24 Horas de Nürburgring. Como resultado el auto fue dañado gravemente. “La experiencia también me alteró.”, recuerda Romain Dumas. Pero eso fue todo, él estaba detrás del volante de un auto de carreras el siguiente fin de semana.

Días completos entrenando en el simulador

La preparación mental para la escalada el 24 de junio de 2018 también toma mucho del tiempo de Romain Dumas. Para hacer uso óptimo de la compleja transmisión eléctrica del I.D. R Pikes Peak, él pasó varios días en el simulador de Volkswagen Motorsport. “Probamos todos los medios posibles de establecer qué desempeño puedo alcanzar y en qué secciones de la ruta, o cuáles son los lugares ideales para recuperarse.” Eso es porque el primer auto eléctrico de carreras de Volkswagen generará el 20 por ciento de la energía necesaria en su camino a la cima de Pikes Peak. Esta estrategia permitió a los ingenieros reducir el peso de las baterías, pero da retos completamente nuevos para el conductor.

“La tarea en esta ocasión es muy diferente comparada a años pasados cuando me enfrenté al reto de Pikes Peak con mi propio equipo.”, concluye Romain Dumas, quien ha ganado la escalada de montaña más famosa del mundo en tres ocasiones. “Yo fui el líder del equipo, propietario del vehículo y piloto al mismo tiempo. Ahora puedo enfocarme en mi papel como piloto. No significa que haya menos presión, sólo es diferente”.

Desafiando las fuerzas centrífugas

Además de practicar en el simulador, Romain Dumas ha probado de manera extensa el I.D. R Pikes Peak en varias pistas. Un descubrimiento sobresalió particularmente: “El I.D. R Pikes Peak produce más fuerza descendente que otro auto de carreras que haya piloteado”.

En la práctica esto significa que las velocidades en las curvas son extremadamente altas. Para lidiar con esto y no sucumbir a las excepcionales fuerzas centrífugas, a pesar de su experiencia en Le Mans, Romain Dumas nuevamente hace uso de un antiguo dispositivo de entrenamiento para fortalecer específicamente los músculos de su cuello y cabeza: un casco deshechado hace veinte años al que le añadió pesas.

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