El alcance de la conectividad de nuestros autos

Los vehículos modernos son cada vez más digitales e inteligentes. Además, todos los sistemas y funciones se deben conectar en red, por lo que el software desempeña un papel cada vez más importante. Frank Welsch miembro del Consejo de Volkswagen, explica la manera en que esto cambia la forma en que trabajan los desarrolladores.

Cuando Frank Welsch habla acerca del desarrollo de un nuevo auto, el miembro del Consejo de Administración hace una comparación: “Hace diez años, el software en un auto nuevo consistía en diez millones de líneas de código. Pero ahora, ese número aumentó a 100 millones”. Esto significa un aumento de diez veces en sólo una generación de autos. Las cifras demuestran que, hoy más que nunca, los autos modernos se caracterizan por el software. “Como resultado, la forma en que logramos que los nuevos modelos estén listos para la producción en serie cambió fundamentalmente”, afirma Welsch.

Sin duda el reto más grande para los desarrolladores es la conexión en red interna y externa del auto. La razón: todos los sistemas de un vehículo deben intercambiar datos constantemente para asegurar funciones óptimas. Para los especialistas, esto significa que, aunque solían desarrollar funciones individuales en forma independiente, ahora deben considerar muchas interdependencias desde el principio.

Volkswagen se ajustó a los nuevos retos con formas flexibles de trabajar, informa Welsch. Hoy en día, los desarrolladores, planeadores de producción, ingenieros de aseguramiento de calidad y proveedores trabajan mucho más estrechamente para probar las interacciones de los componentes de un auto lo más pronto posible. En caso de que descubran cualquier debilidad, los desarrolladores trabajan para resolverla sistemáticamente a través del así llamado Sistema de Gestión de Tickets, hasta que la corrida de producción está lista para comenzar. “No hacemos concesiones respecto a nuestras demandas de calidad”, enfatiza Frank Welsch.

Alta velocidad – intenso esfuerzo

Sólo en 2018, Volkswagen respaldó 22 inicios de producción de autos; este año la ofensiva de productos continuará a la alta y tendrá la cantidad correspondiente de trabajo de desarrollo.

Para manejar el alto volumen de trabajo, la compañía emplea a más de 11,000 técnicos e ingenieros en investigación y desarrollo tan solo en las oficinas centrales de Wolfsburg. Otros expertos trabajan en ubicaciones alrededor del mundo y también participan los proveedores.

Una de las tareas especiales en las que se trabaja este año es el lanzamiento mundial del nuevo Golf. “Este auto es el corazón de nuestra Marca”, comenta Welsch. Por esta razón el desarrollo es algo muy especial. Justo unos meses antes de que comience la producción, el modelo cumple con lo programado: la etapa final de desarrollo, en la cual se prueban repetidamente todas las funciones bajo condiciones de vialidades reales.

Además, con el nuevo Golf el reto particular reside en la interacción entre las funciones. Un ejemplo es la llave digital: los clientes pueden usar esta función en el futuro para abrir sus autos y arrancar el motor con sus smartphones, además de asignar llaves digitales a sus familiares a través de una app. El sistema de llave digital también permite el acceso a diversas funciones a través del smartphone. El reto para los desarrolladores: deben asegurar que el intercambio de datos entre los sistemas siempre funcione sin problemas.

Como ya sucedió con sus predecesores, el nuevo Golf una vez más establecerá el estándar para su clase, especialmente en lo relativo a la conectividad y las funciones digitales.

De nuevo, Welsch hace una comparación para ilustrar el alcance del cambio: “El sistema infotainment en el nuevo Golf consiste en más de diez millones de líneas de código. Esto hubiera sido suficiente para un auto entero, apenas hace unos cuantos años”.

Cuadro:

El Golf como referencia

El Golf estableció el estándar para su clase en cada generación a la fecha. Principales enfoques:

Golf 1 (1974): Idoneidad para el uso diario.
Golf 2 (1983): Comodidad.
Golf 3 (1991): Seguridad.
Golf 4 (1998): Diseño.
Golf 5 (2003): Dinámica de conducción.
Golf 6 (2008): Valor.
Golf 7 (2012): Asistencia al conductor.
Golf 8 (2019): Conectividad.

 

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Paola Maldonado

Senior Account Executive, FleishmanHillard Mexico

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Sobre Volkswagen de México

Las oficinas corporativas de Volkswagen de México así como la planta armadora de vehículos se localizan en el Estado de Puebla, a 120 km al sureste de la ciudad de México. En enero de 2013, en Silao, Guanajuato inició operaciones la Planta de Motores Guanajuato. En 2020, Volkswagen de México produjo 299,160 vehículos en su planta de Puebla y 227,449 motores en la planta de Silao. 

Asentada sobre una superficie de 300 hectáreas, la planta de vehículos de Volkswagen de México es una de las más grandes del Grupo Volkswagen. En esta factoría se producen los modelos Jetta, Tiguan, versión larga y Taos; así como componentes, ejes y catalizadores. 

La Planta de Motores Guanajuato está asentada sobre una superficie de 60 hectáreas; en esta fábrica se producen el motor EA211 y la tercera generación de motores EA888 para las plantas de vehículos de Volkswagen en Puebla, Chattanooga (Estados Unidos) y Audi, en San José Chiapa (Puebla). Volkswagen de México comercializa en el mercado doméstico las marcas del Grupo Volkswagen: Volkswagen, Volkswagen Vehículos Comerciales, SEAT, Audi, Bentley y Porsche. En 2020, estas marcas entregaron 125,895 vehículos ligeros a sus clientes.

 

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