Cuando tu auto se convierte en tu guía de viaje
- El auto del futuro nos entenderá: podrá responder a nuestro idioma y gestos. Si hay problemas, nos dará el consejo adecuado en el momento adecuado. Los expertos en Desarrollo Electrónico en Volkswagen trabajan intensamente para hacer realidad este objetivo.
Lo único que le falta es guardar su pequeña maleta en la cajuela y presto, todo está listo para su viaje de fin de semana para visitar a su mejor amiga en Berlín. Stephanie observa mientras se cierra la puerta trasera. Entra al auto y se acomoda. Su asiento cambia automáticamente a una posición de viaje relajada. Apunta a la pantalla con su dedo índice y lo desliza hasta que aparece su serie favorita. “Empieza”, dice Stephanie, y se despliega el entretenimiento. “Tu viaje de hoy durará alrededor de tres horas. ¿Partimos?”, pregunta el asistente personal. “Sí, por favor”, responde Stephanie.
En el futuro, la conducción automatizada y la conectividad cambiarán fundamentalmente nuestras opciones de entretenimiento en las excursiones de fin de semana. Pero esto no es todo: en el departamento de Desarrollo Electrónico de Volkswagen, los expertos trabajan para que nuestros vehículos se conviertan en asistentes personales que, con ayuda de la inteligencia artificial, podrán entender nuestras necesidades. Stephanie, que visitará a su amiga en Berlín, es una persona de prueba ficticia creada para ayudar a los desarrolladores con su trabajo. Sin embargo, en unos cuantos años las nuevas funciones estarán disponibles para clientes reales también.
Astrid Kassner es una de las expertas para control de voz y gestos del equipo de desarrollo. Su objetivo es asegurar que los vehículos del futuro entiendan, y realicen, los deseos expresados apenas con un pequeño gesto del dedo. Esto será particularmente importante, afirma Kassner, cuando la persona que se encuentre en un auto autónomo ya no tenga que ser la responsable de conducir. En ese punto, “nos recostaremos y ya no podremos alcanzar el tablero con nuestros brazos. Así pues, desarrollamos comandos de voz y gestos para complementar la operación táctil a través de la pantalla”.
Una cámara infrarroja captura los gestos
Actualmente, la experta en desarrollo ya puede controlar fácilmente la iluminación interior de su modelo de cabina, por ejemplo, con su mano derecha y algunas palabras. Con movimientos de deslizamiento, navega entre portales de streaming y opciones de mensajería sin tocar la pantalla. En ensayos realizados con sujetos de prueba, los desarrolladores han tenido resultados alentadores. “Muchos sólo necesitan pocos minutos para acostumbrarse al concepto operativo”, afirma Astrid Kassner. “Esto ciertamente tiene relación con el hecho de que estamos acostumbrados a usar gestos similares con nuestros smartphones”.
En términos técnicos, el control de gestos utiliza una cámara infrarroja para capturar los movimientos de las manos del pasajero. “La cámara mide continuamente la longitud que deben recorrer los rayos infrarrojos invisibles hasta la mano de la persona y de regreso. Con esta información es posible determinar la posición y el movimiento de la mano”, explica Kassner.
Los autos del mañana no sólo entenderán nuestra forma de hablar y nuestros gestos, también nos darán los consejos adecuados en el momento adecuado. Éste es el trabajo del desarrollador Stefan Henze. Por ejemplo, cuando el auto encuentra tráfico pesado, el vehículo puede recomendar al conductor que use el Control de Crucero Adaptativo (ACC), que regula la distancia entre el vehículo y el auto que está enfrente. “Esto es especial porque el vehículo ofrece el ACC precisamente en el momento en el que el conductor realmente podría usar la función”, dice Stefan Henze. Si se necesita, el auto puede explicar a la persona exactamente lo que significa ACC. Si al cliente le interesa, pueden activar la función con un comando de voz.
El conductor está en el asiento del conductor
El reto más grande con tales recomendaciones es encontrar la dosis correcta, afirma Stefan Henze. “No deseamos incomodar al conductor con consejos constantes”. Con objeto de dar el consejo adecuado en el momento adecuado, la inteligencia artificial y los vehículos del futuro evaluarán los datos del auto, tales como velocidad y posición del GPS, explica el desarrollador. “La recomendación para usar el ACC sólo se emitirá cuando sea inminente un estancamiento extendido”. Otro beneficio es la flexibilidad: en el vehículo del mañana, el conductor tendrá la opción de comprar la función o simplemente usarla por un periodo limitado. Henze afirma: “Supongamos que yo sólo manejo una distancia larga una vez al año para ir de vacaciones. Entonces me puedo suscribir al asistente contra embotellamientos de tráfico justo para ese periodo específico”.
Una vez en su destino, el auto del futuro se podría convertir en un guía turístico provisional, en especial cuando se ocupa de la conducción y permite que los ocupantes observen tranquilamente los alrededores. Para desarrollar estas funciones, la experta Astrid Kassner colgó una fotografía de Berlín en la pared. Ella se sienta en su modelo de cabina, señala la imagen y pregunta: “¿Qué es eso?”. El auto responde: “Estás viendo la catedral francesa. Se construyó hace más de 200 años y es una atracción turística popular. ¿Quieres que me detenga para verla de cerca?”. En el futuro, los clientes como Stephanie simplemente dirán “sí”.